Dulce afrodita has pasado a ser mortal,
has empeñado tus encantos en el mar.
El velo eterno del amor espiritual
se ha convertido en un abismo terrenal.
Cuando lo dejas pasar
vuelves a respirar
No hay nadie que puedas amar
que no puedas dejar,
nadie que puedas amar
que no puedas dejar
de amaaaaaar...
Dulce afrodita no te puedes engañar,
es el invierno que no puedes escapar.
Lo que quisimos lo perdimos al final
como reflejos de un atardecer fugaz.
Cuando lo dejas pasar,
vuelves a respirar.
No hay nadie que puedas amar
que no puedas dejar,
nadie que puedas amar
que no puedas dejar...
de amaaaaar...
Nadie que puedas amar
que no puedas dejar.
Nadie...nadie...
Nadie...nadie...
Sunday, March 7, 2010
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